Comienza la vida del México Independiente
El 28 de septiembre de 1821 se instaló una Junta Provisional de Gobierno, encargada de redactar el Acta de Independencia y de organizar un congreso que decidiera la forma de gobierno para el país.
La situación era difícil. Habían muerto seiscientos mil hombres: casi la décima parte de la población y la mitad de los que trabajaban. Minas, campos y fábricas estaban abandonados; casi nadie pagaba impuestos y los gastos del gobierno aumentaban día con día, sobre todo para mantener al ejército.
Hasta entonces las tierras de los indígenas pertenecían a los pueblos y no a las personas. Las trabajaban entre todos los habitantes del pueblo y nadie podía venderlas. Como los indígenas no estaban acostumbrados a que la tierra fuera propiedad privada, la igualdad de todos los mexicanos ante la ley los dejó en desventaja frente a los criollos.
España no reconoció los Tratados de Córdoba que O' Donojú había firmado. No aceptó que México era independiente,
y hasta 1825 siguió ocupando el fuerte de San Juan de Ulúa, en Veracruz. Además de España, otros países europeos querían apoderarse de México, para explotar sus riquezas.
A los mexicanos les faltaban armas y dinero, y así tendrían que defenderse. Lo peor era que se encontraban divididos, porque no estaban de acuerdo en la forma de gobierno que debían adoptar: unos querían una república y otros una monarquía. De estos últimos, unos querían que reinara algún príncipe español, y otros que fuera coronado Iturbide.
España no aceptó enviar un príncipe al trono de México y eso reforzó las ambiciones de Iturbide, que quería ser emperador. Sus seguidores ejercieron mucha presión para que éste fuera coronado. Así, el Congreso lo declaró Emperador, con el nombre de Agustín I. La coronación fue muy elegante, pero el imperio duró apenas once meses, hasta marzo de 1823.
Fuente: SEP, Historia Sexto grado, México, 1999, pág. 30.
Independencia
ResponderEliminarEvacuada la capital por las tropas españolas, hizo su entrada el ejército Trigarante el 27 de septiembre de 1821. Al día siguiente se estableció una Junta Provisional Gubernativa, compuesta de 34 miembros de las más opuestas ideologías, que después de suscribir el Acta de Independencia del Imperio mexicano nombró una Junta de Regencia, presidida por Iturbide, que tendría el poder hasta que Fernando VII viniese a tomar la corona y que retendría el poder legislativo hasta la elección de un Congreso Constituyente; se marcaron diferencias entre los puntos de vista sostenidos por los diversos grupos liberales y los que defendían los partidarios de Iturbide.